Con temperaturas bajo cero, sin agua, sin alimento y sin combustible para calefaccionarse en los campamentos de la Puna, cientos de trabajadores mineros se ven seriamente afectados por estas horas ante la intransigencia del corte de la ruta nacional 51 por parte de docentes autoconvocados que mantienen desde hace más de 72 horas el bloqueo total a la altura de San Antonio de los Cobres.

Esta situación ha llevado la protesta y sus consecuencias al ámbito de las cuestiones humanitarias por lo que se hace necesario “que los docentes reflexionen sobre la gravedad y las implicancias de mantener una medida tan brutal y que pone en riesgo incluso la vida de cientos personas” de acuerdo a lo que explicó el ministro de la Producción, Martín de los Ríos, quien se encuentra participando de las reuniones de negociación en San Antonio de los Cobres.

“Esto ya ha superado el reclamo salarial y se transformó en una cuestión humanitaria. Cientos de personas por estas horas y luego de tres días de corte total en la ruta 51, están atravesando por una situación de vida o muerte. Están aguantando temperaturas bajo cero, sin agua, sin comida y sin combustible para calefaccionarse porque los manifestantes no quieren levantar ni un minuto el corte. Esto es de una intransigencia incomprensible” expresó De los Ríos en diálogo con El Tribuno.

Ante la gravedad de la situación, el funcionario advirtió que podría ser la Justicia la que actúe para preserva la vida de las personas que han quedado sin asistencia en los campamentos mineros a donde las provisiones no pueden llegar luego de tres días de cortes ininterrumpidas.

"No sé si los docentes están plenamente concientes de la gravedad de la situación y creo que fiscales y jueces deben evaluar esta cuestión humanitaria que está ocurriendo aquí” aseguró De los Ríos.