Finalmente y tras una jornada de arduas negociaciones, el corte en la ruta nacional 51, a la altura de San Antonio de los Cobres se levantó anoche pasadas las 22 horas, luego de que se llevara a cabo un bloqueo total que se extendió por más de tres días.

La protesta estaba encabezada por docentes y personal de salud autoconvocados, a la que posteriormente se sumaron camioneros y comunidades originarias de la zona, con reclamos sectoriales.

El bloqueo fue total y se mantuvo durante los tres días sin intermitencias, por lo que nadie podía cruzar desde o hacia San Antonio de los Cobres, con lo cual se generó un alto perjuicio a la actividad turística y minera, pero también a hacia la comunidad en general que no pudo atravesar el piquete bajo ninguna circunstancia.

Anoche los docentes decidieron levantar la protesta no sin antes advertir que permanecerían en estado de alerta y movilización para la asamblea prevista para hoy que tendrá lugar en Campo Quijano.

Tras entonar las estrofas del Himno Nacional los docentes se retiraron de la cinta asfáltica con lo cual comenzó el descongestionamiento de vehículos, en su mayoría camiones de gran porte que transportaban maquinarias, insumos y provisiones para la minería y que se encontraban varados desde hace días.

El principio de acuerdo se había sellado pasado el mediodía de ayer primeramente con los camioneros y los pueblos originarios con la presencia de los ministros de Infraestructura, Sergio Camacho; de la Producción, Martín de los Ríos y de Turismo, Mario Peña.

Durante la tarde, estos sectores llegaron a un acuerdo con Provincia y decidieron levantar la protesta, por lo que se retiraron hacia el lugar del corte, pero al momento de levantar la medida quedaron también imposibilitados de cruzar por el piquete, ya que los docentes se lo impidieron porque aún mantenían el bloqueo total.

El punto de las negociaciones llegó a un máximo de tensión cuando el ministro De los Ríos advirtió que, como consecuencia de los cortes, los trabajadores de la Puna se encontraban sin agua, sin comida y sin combustible para calefaccionarse, soportando temperaturas bajo cero y temiendo por sus vidas.

Una cuestión humanitaria en la crisis

"Esto ya ha superado el reclamo salarial y se transformó en una cuestión humanitaria. Cientos de personas por estas horas y luego de tres días de corte total en la ruta 51, están atravesando por una situación de vida o muerte. Están aguantando temperaturas bajo cero, sin agua, sin comida y sin combustible para calefaccionarse porque los manifestantes no quieren levantar ni un minuto el corte. Esto es de una intransigencia brutal. No sé si los docentes están plenamente conscientes de la gravedad de esto y creo que fiscales y jueces deben evaluar esta cuestión humanitaria que está ocurriendo aquí", había expresado De los Ríos en diálogo con El Tribuno, minutos antes del levantamiento de la medida.