A menos de una semana de conmemorarse el Día del Medio Ambiente, en el que se puso en valor los buenos hábitos para evitar la contaminación que pone en riesgo la vida de muchas especies, incluso la humana, crece la acumulación de basura en un camino rural de Cerrillos. 

Bolsas de residuos, papeles, plástico, vidrio, latas, entre otros desechos, configuran una triste postal detrás de las vías del ferrocarril (continuación de calle 20 de Febrero) por donde circula a diario el tren urbano de pasajeros, justo en el límite entre el casco urbano de la localidad y la zona rural, detrás del barrio Antártida Argentina. Por allí se extiende el Canal Oeste, principal desagüe de la localidad. 

“Los vecinos no podemos creer que haya gente que elija arrojar sus bolsas con basura allí. Luego queda todo desparramado. Muchos residuos caen al canal, mientras otro tanto queda disperso a orillas de los potreros colindantes. No solo es mala educación, sino que denota un total desprecio por todos los cerrillanos. Estas cosas atentan contra la salud y el bienestar de la comunidad”, contó Alberto, vecino de calle Necochea. 

Precisamente, el eslogan del Día del Ambiente este año rezaba: “Sin contaminación por plástico” y miles de chicos salteños juraron en sus escuelas y colegios “proteger al ambiente, sus ecosistemas y todas las formas de vida manifiestas sobre la Tierra”. A todas luces estas actitudes desaprensivas expresan lo contrario y van de la mano del accionar de gente mayor, que debería dar el ejemplo a las nuevas generaciones.

Cerrillos es una de las localidades que más sufre las inundaciones durante el verano, por lo que necesita más que ninguna otra contar con desagües en condiciones y limpios, para favorecer el escurrimiento. 

La basura: consecuencias ambientales

La basura es considerada uno de los problemas ambientales más grandes de nuestra sociedad. La población y el consumo per cápita crece, y por ende los residuos, pero el espacio no. Sin embargo, todos somos consumidores y responsables de la basura que generamos. Por lo tanto, también jugamos un papel fundamental en la generación de residuos y en lo que hacemos con ella.

Según los especialistas, la basura trae consigo los siguientes impactos ambientales:

• Contaminación del agua. El agua superficial se contamina por la basura que tiramos en sitios no adecuados. En los lugares donde se concentra basura se filtran líquidos conocidos como lixiviados, que contaminan el agua del subsuelo de la que todos dependemos. Arrojar basura en arroyos y canales o en la vía pública también trae consigo la disminución de los cauces y la obstrucción de desagües. En los periodos de lluvias, provoca inundaciones que pueden ocasionar la pérdida de cultivos, de bienes materiales y, lo que es más grave aún, de vidas humanas.

• Contaminación del suelo. La presencia de aceites, grasas, metales pesados y ácidos, entre otros residuos contaminantes, altera las propiedades físicas, químicas y de fertilidad de los suelos.

• Contaminación del aire. Los residuos sólidos abandonados a cielo abierto deterioran la calidad del aire en el lugar y alrededores, a causa de las quemas. El humo reduce la visibilidad y del polvo que levanta el viento puede transportar a otros lugares microorganismos nocivos que producen afecciones respiratorias e irritaciones nasales y de los ojos, además de las molestias que generan los olores pestilentes. También, la degradación de la materia orgánica produce una mezcla de gases conocida como biogás, compuesta por metano y dióxido de carbono, que son conocidos por su efecto invernadero que contribuyen al cambio climático.