La beba que fue robada del hospital Juan Domingo Perón de Tartagal el viernes 14 de julio y que fue hallada 48 horas después en un baldío ya recibió el alta. 

En la mañana de ayer, cerca del mediodía, la pequeña fue retirada por sus padres en perfecto estado de salud.

En una noticia que recorrió el país, la niña -a quien en un principio no le habían puesto un nombre- fue sustraída de la habitación que compartía con su mamá en el área de Neonatología del hospital de Tartagal. La sustracción se produjo, de acuerdo a la denuncia, cuando su madre pidió a su pareja que la acompañe al baño en la misma habitación. Minutos después, cuando los padres volvieron, se dieron con que en la cuna solo estaba la manta con la que abrigaban a la bebé. La niña había nacido el jueves 13 de julio a las 17 en ese mismo nosocomio, es decir que la sustracción se produjo con apenas 14 horas de vida.

El operativo de búsqueda abarcó a todo el departamento San Martín y Orán, como así también a la provincia de Jujuy y llegó hasta la frontera con Bolivia, teniendo a las fuerzas de seguridad, provinciales y nacionales, bajo el Alerta Sofía, un complejo sistema de seguimiento que se ordenó desde el Gobierno nacional.

Sin resultados durante toda la mañana y la tarde, y cuando el desaliento reinaba en todo Tartagal, el sábado 15, cerca de las 1 de la madrugada, un vecino reportó al Sistema de Emergencias 911 qué escuchaba llantos de bebé que provenían de un sector baldío del asentamiento colindante al barrio Roberto Romero de esa localidad.

En pocos minutos la Policía llegó al lugar. Se trataba de la recién nacida sustraída del hospital de Tartagal 17 horas antes. La niña fue trasladada de inmediato al hospital local e ingresó al servicio de Neonatología con un cuadro de hipotermia. Una vez que fue rescatada de este cuadro los médicos avanzaron con el resto de los estudios  y una favorable evolución.