El ciclo Hablemos de lo que viene que organiza El Tribuno se prepara para abordar este jueves una serie de charlas imperdibles para analizar "La otra salud. Un enfoque integral hacia el bienestar".

Para ello, y como es habitual, se convocó a expertos que abordarán la temática con un enfoque multidisciplinario en el Centro de Convenciones de Salta.

Uno de los disertantes será el médico de familia y experto en Gerontología Diego Bernardini, quien propondrá que "Hablemos de la nueva longevidad".

Bernardini cuenta con experiencia y formación internacional, dirige la comunidad de aprendizaje "La segunda mitad" y es diplomado internacional en Nueva Longevidad, además de profesor en la Universidad Nacional de Mar del Plata y autor de varios libros como "De vuelta" y "La segunda mitad", que tratan sobre envejecimiento, salud y gerontología.

En diálogo con El Tribuno, Bernardini anticipó que su exposición abordará cómo la longevidad está modificando nuestras vidas a nivel personal y social, replanteando aspectos como la jubilación, la flexibilización de la edad de retiro y la dependencia. Explicó además que este es un fenómeno global requiere una mayor igualdad y sistemas de protección social sólidos.

 

 

 

 

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Nos propone abordar la nueva longevidad… ¿Cuál es la característica de este fenómeno?

La idea es hablar un poquito de cómo básicamente la longevidad a nivel personal y a nivel social va a modificar nuestras vidas y, de alguna manera, lo que es el desarrollo social, por llamarlo de alguna manera.

¿Esto tiene que ver con que las sociedades que se han vuelto más longevas? ¿Como si se hubieran corrido las etapas de la vida?

Básicamente tiene que ver con que estamos viviendo más y eso ha modificado las etapas de nuestras propias vidas y está modificando la forma en la cual está, llamémosle normatizada, la sociedad en el sentido de lo que significa replantearse aspectos de nuestra vida propia, personal, desde lo afectivo, desde lo laboral, a nivel social, lo que significa empezar a discutir aspectos como la jubilación, la flexibilización de la edad de retiro, o el retraso de éste, como también muchos le dicen, hasta aspectos que tienen que ver con la dependencia, con la muerte digna, el mismo replanteo de los sistemas educativos, de los sistemas de salud.

"Hay cada vez más parejas jóvenes que no quieren tener hijos o desean tener solo uno, a diferencia de antes".

Básicamente vivir más significa no solo que esas etapas se hayan corrido, sino que hoy la segunda mitad de la vida, lo que significa la edad media después de los 45, después de los 50, claramente está replanteando todo un curso de vida que antes tenía aspectos muy rígidos, muy fijos, como una edad para estudiar, una edad para trabajar y una etapa de jubilación. Y hoy se está viendo que esto es completamente diferente.

¿Puede ser que hoy se esté viendo que la gente llega a la etapa de la adultez con más energía, con ganas de viajar, de disfrutar la vida desde otros lugares que antes no veíamos con tanta frecuencia?

Sí, exacto. Hoy empieza a verse todo un replanteo en el sentido de que cada vez encontramos más abuelos que no quieren ejercer, o que quieren ejercer a tiempo parcial ese rol familiar; al mismo tiempo encontrar cada vez más parejas jóvenes que no quieren tener hijos o que desean tener apenas uno, a diferencia de lo que eran nuestros padres o nuestros abuelos.

Y bueno, todo esto claramente está llevando a una modificación de lo que significa cómo se organiza una sociedad del siglo XXI.

¿Estos cambios son normales en la evolución de las sociedades?

Esto está ocurriendo porque la gente empieza a ver que de alguna manera lo que le importa, o nos importa a nosotros como personas, no es tanto el hecho de cumplir los años, sino de hacer cosas que quizás en otro momento de la vida no se pudo hacer o simplemente la sociedad no nos permitía hacer por el qué dirán, por los mandatos sociales y demás. Y hoy de repente uno cumple con esos mandatos sociales hasta los 40, 50 años y después se abre todo un horizonte, que además es un horizonte que cada vez es más largo, que además, si lo sabemos pensar, nos va a encontrar en un buen estado de salud y eso implica oportunidad de hacer cosas.

Hoy la longevidad, de alguna manera, nos está interpelando en todo nuestra forma de vida y claramente también hay que reconocer que ante estos nuevos desafíos, estas nuevas cuestiones, la sociedad suele responder de una manera lenta, por eso estamos hablando de un fenómeno que es extremadamente nuevo.

Y también se ve que la gente hoy llega a la edad madura con mejor salud. ¿Esto tiene que ver con que hay mejor acceso a los servicios de salud, a la tecnología que permite prevenir enfermedades, tratarlas mejor? ¿Tiene que ver con un cuidado de la salud que antes no había?

Sí, efectivamente. Esto tiene que ver con que se ha tomado una nueva conciencia de lo que significa la salud como algo valioso, como algo importante, como algo que te define. Eso que justamente usted comenta, que es la forma en la cual llegamos a esas a esas edades.

O sea, hoy la investigación clínica, los cuidados en salud, están mostrando que si uno tiene determinados estilos de vida, por decirlo así, determinadas conductas saludables, claramente puede llegar a edades avanzadas en un muy buen estado de salud. La investigación médica ha sido fundamental para poder dar luz en este sentido y la gente cada vez empieza a considerarlo más.

Esto es de alguna manera una consecuencia de lo que significa la medicalización de la sociedad. Es decir, hoy el consumo de aspectos vinculados a la salud está prácticamente en el día a día, se ve en todos los medios, se ve de muy diversas formas y eso ha ido calando en la población, en la forma de educar en salud a esas personas que hoy saben que, de alguna manera, envejecer como históricamente se ha considerado no significa estar mal de salud, sino que al contrario uno puede arribar en muy buen estado.

¿Y esta situación se está viendo en todas las sociedades?¿Es una cuestión generalizada?

Sí. Este es un fenómeno que es global, pero con los matices de cada sociedad. O sea, no es lo mismo hablar de una persona mayor en Estados Unidos, que una persona mayor en Europa o en África. Aquí, claramente en América Latina, hay un factor que es fundamental y que es característico de nuestra sociedad, que es la desigualdad social. Es decir, aquí encontrás personas que pueden envejecer muy bien, como cualquier europeo o cualquier norteamericano, y hay personas que están envejeciendo, al mismo tiempo, o transcurriendo, viviendo, esa segunda mitad de la vida, en una situación de pobreza, de vulnerabilidad, como lo pueden hacer en países de desarrollo muy bajo.

Entonces, claramente el desafío que tenemos en los países de nuestra región es lograr una mayor igualdad, lograr sistemas de protección social más sólidos, más contundentes que, sobre todo, alejen a la persona mayor de una situación de pobreza, que es básicamente lo que caracteriza a gran parte de las personas mayores de nuestra sociedad.