Agencia Tartagal

Tartagal se puso en alerta. Primero fueron trascendidos, luego hubo una convocatoria por redes sociales, y finalmente un grupo se reunió cerca del supermercado Chango Mas ubicado en la zona este de la ciudad, al costado de la ruta nacional 34. Ante este movimiento, que fue visto con temor por personal del súper y clientes, efectivos de distintas divisiones de la Policía provincial mantuvieron desde las 19 de ayer una fuerte presencia en las cercanías del hípermercado.

El grupo no superaba las 40 personas, la mayoría chicos y adolescentes que comenzaron a arrojar piedras y otros elementos en dirección al híper, por lo que el personal policial detuvo a dos encapuchados y dispersó al resto. El hecho no pasó a mayores, pero generó temor y alarma en otros supermercados y comercios del centro tartagalense.

Al frente del operativo se encontraban los dos jefes de la Unidad Regional 4. El comisario principal Jorge Sánchez Rosado precisó que "durante la tarde, por redes sociales, supimos que había una convocatoria y por el trabajo preventivo que ordenó tanto el Ministro de Justicia como el jefe de Policía, es que estamos atentos a cualquier hecho".

El jefe policial confirmó la detención de dos jóvenes "que estaban encapuchados y pertenecían al grupo que arrojaba piedras. Después aparecieron los familiares diciendo que no tienen nada que ver. De todos modos, seguramente la Fiscalía ordenará el secuestro de celulares para determinar si eran partícipes de la convocatoria por redes sociales. Si es así, se estaría ante el delito de intento de robo en poblado y en banda que tienen penas de hasta 15 años de prisión", precisó.

El jefe policial pidió a la población "no sumarse a este tipo de convocatoria. Los chicos que salían del colegio secundario misteriosamente comenzaron a ubicarse a la vuelta del súper, pero el personal policial no actuó hasta que comenzaron a levantar piedras y arrojarlas y algunos comenzaron a encapucharse". Los controles, anticipó Sánchez Rosado, se iban a mantener durante la noche.

Tras el incidente en el Chango Mas y a pedido de la Policía, muchos negocios de Tartagal decidieron cerrar como prevención ante los rumores que circulaban por las redes. Algunos propietarios dijeron que se quedarían en sus locales toda la noche.