El Tribuno prepara una nueva entrega del ciclo de charlas "Hablemos de lo que viene" para los próximos días en el marco de la Semana de la Industria.

Este nuevo encuentro de intercambio y análisis llega envuelto en un contexto de una crisis que sobresale de aquellas con las que habitualmente conviven empresarios y consumidores en general, que está además exacerbada por un clima de volatilidad política que alcanzó su punto máximo con el resultado de las elecciones PASO de agosto último.

El evento central del ciclo se realizará el próximo jueves 7, en el Centro de Convenciones de Salta, oportunidad en la que el Dr. en Ciencias Económicas y docente universitario Lucas Dapena oficiará como moderador de un panel de especialistas en distintos temas que buscarán llevar algunas precisiones en medio de un contexto, por lo menos, complejo.

En diálogo con El Tribuno, Dapena expone las expectativas y desafíos que enfrenta la industria en el contexto económico y político actual, especialmente en relación con la inflación y la asignación de costos.

El economista advierte sobre las dificultades de mantenerse competitivos en medio de constantes aumentos y cómo esto afecta la fijación de precios y la rentabilidad de una empresa.

Durante la charla no pasan desapercibidas las incertidumbres generadas por el contexto político y las elecciones, así como las medidas gubernamentales que afectan a las empresas, como el pago de bonos. Concluye en este sentido que la economía está frenada y todos están esperando a que pasen las elecciones para ver cómo evoluciona la situación.

¿Con qué expectativas se encara este nuevo ciclo de Hablemos de lo que viene con foco en la industria?

Con la curiosidad de siempre. Tenemos mucha expectativa por tratar de conocer de primera mano cuál es la problemática que está viviendo en este momento la industria, porque todos los años cambia; en realidad, se mantiene y cambia.

En esta oportunidad creo que será interesante saber cómo manejan hoy las empresas toda la problemática de los costos. Esto es cómo se fijan costos en un entorno inflacionario en el cual los precios pierden valor de referencia. Entonces, ¿cómo se hace para llevar adelante o para mantener una empresa o un emprendimiento en situaciones tan complejas como esta?

¿Complejas en qué sentido?

En el sentido de que es muy difícil. Hay una puja, la inflación te genera una puja que no es distributiva, sino una puja por no perder ante la suba de otros precios, por decirlo de alguna manera.

Entonces, dentro de eso, hay que averiguar cómo lidian los empresarios en el día a día ante esta suba permanente, que muchas veces puede estar justificada, muchas veces puede ser preventiva, y otras puede ser especulativa. Es crucial saber cómo hacer para trasladarlo a precios, saber también si trasladarlo o no, si el mercado te lo acepta… Creo que eso será lo central en este evento.

Hoy tampoco hay precios de costos…

Hay una enorme curiosidad por conocer cómo es la problemática del sector en un momento en el cual la inflación complica tanto lo que es la asignación de costos, porque uno ve que la inflación siempre es una carrera para ver quién no se queda atrás en la suba de precios. Es decir, sube una cosa, sube otra, y nadie quiere perder, entonces sube otra cosa más. Así, tenemos por un lado una suba permanente de todo lo que tiene que ver con mano de obra, con personal.

Pero además en un contexto como el actual, que de un día para el otro pega un salto el dólar y la consecuente devaluación que puede afectar los insumos hace que el mercado, o la economía, se pongan mucho más expectantes en el sentido de que están todos esperando las subas.

Es una situación que es compleja para un sector que es fundamental para el movimiento económico, un sector que genera empleo y que genera riqueza. No olvidemos que el sector privado es el sector productivo.

¿Y la expectativa también está siempre condicionada por la parte política?, sobre todo tomando en cuenta el año electoral y las características actuales…

Claro. Tan es así es que si hacemos una comparación con el año pasado, los empresarios, más allá de los vaivenes económicos, planteaban que seguían con sus propios planes, con sus propios proyectos... Metiéndole para adelante. Es decir, no dependían ni estaban condicionados por el contexto político y económico, si bien con un ojo siempre siguen la situación coyuntural.

Pero este año, con todo esto que está pasando, el contexto político y económico, que se termina potenciando con la inflación y todo lo que estamos pasando, entonces ya no tienen otra que parar un poco y prestar mucha atención al contexto antes de decidir cómo seguir.

Hay una presión permanente en todos los precios de los insumos, en todos los procesos productivos.

Antes la industria te decía: "Nosotros tenemos siempre un ojo puesto en lo que es lo económico y lo político, pero la empresa tiene sus propios planes, sus propias proyecciones y su propio deseo de seguir progresando". Pero ahora, a lo que se decía el año pasado le podemos agregar un nivel más de incertidumbre por el contexto político y por unas elecciones PASO tras las cuales nadie sabe cómo sigue todo.

Y desde lo económico hay toda una presión permanente, ya que el año pasado no había 100% de inflación y este año ya se superó el 100%. Entonces, esta puja permanente por parte de todos los precios, de todos los insumos para no perder valor en relación con otros, terminan empujando para arriba los precios de toda la economía.

Pero además aparecen medidas que te afectan, aunque no quieras, el día a día, como por ejemplo el pago de un bono…

Exactamente. ¿Con qué autoridad? Es decir, ¿con qué derecho te puede obligar alguien a pagar un bono cuando uno tal vez está previendo, está haciendo todos los sacrificios que se pueden para actualizar y que los salarios de tu personal no pierdan ante la inflación? De repente aparecen con una normativa en la cual te descolocan, porque si uno tiene 100 empleados, son seis millones de pesos.

Si no tenías esos seis millones de pesos previstos, por una decisión totalmente aleatoria, totalmente imprevista y electoralista, tenés que replantear toda la estructura financiera de tu empresa o pyme.

Y todavía falta saber qué va a pasar después de las elecciones generales de octubre…

Y sí, hay que ver qué va a pasar después de las elecciones. Por eso creo, siguiendo con la temática de la charla, que en este momento hay un freno. O sea, toda la economía ha pisado el freno para ver cómo, durante estos dos o tres meses, sigue todo. Eso es lo que podemos ver y es algo que no pasaba el año pasado. El año pasado todos seguían invirtiendo, con un ojo puesto en la economía y en la política, pero avanzaban. Yo creo que este año está el impacto político y económico que, con esta coyuntura, todos han pisado el freno y están viendo, están esperando a que pasen las elecciones.