Acceso web El Tribuno:
www.eltribuno.com
Contacto:
Editor: Pablo Juarez
E-mail: pjuarez@eltribuno.com.ar
Teléfono: +54 387 4246200
Por cualquier consulta administrativa o referida al sitio, puede escribirnos a: contactoweb@eltribuno.com.ar
Director: Sergio Romero
Telefono: +54 0810 888 2582
Razón Social: Horizontes On Line SA.
Registro de propiedad intelectual: 69686832Domicilio: Av. Ex. Combatientes de Malvinas 3890 - CP (A4412BYA) Salta, Argentina.
La Usina Cultural fue el sitio donde se desarrolló la cuarta edición del Salta Revival Retro Festival.
Hubo una gran asistencia de público al evento, que se realizó en la Usina Cultural. El público paseó por los estands, las muestras y participó de las actividades.
14 DE Enero 2024 - 01:19
Con un pronóstico de lluvia que se cernía sobre el evento, aunque no amenazó su realización, y un gran marco de público se realizó la cuarta edición del Salta Revival Retro Festival, de 17 a 22, en la Usina Cultural (España y Juramento). Con entrada libre y gratuita hubo shows en vivo, concursos, charlas, proyecciones, juegos, muestras y una surtida feria de coleccionismo, diseño y merchandising de diferentes épocas.
Los asistentes participaron activamente de las actividades propuestas como el mundialito de metegol. También del espacio de karaoke, donde se divirtieron cantando temas de distintas épocas y géneros. Además, fue muy concurrido el sector para usar consolas de videojuegos clásicos de Nintendo Salta. Y muchos se animaron a revivir las típicas actividades de los recreos de las escuelas de antaño con el elástico, la rayuela, la escondida, el mensú, la payana, etc.
Además, se repitieron el concurso de cosplay; la feria retro, con 30 emprendedores; el callejón de artistas y tatuadores; las trivias con premios y las proyecciones de openings clásicos.
Doris David, organizadora de La Magia Producciones, señaló que al momento de crear un evento piensan en temáticas que tengan atractivo y resuenen con sus experiencias de vida y conocimientos. En este caso, atribuyó su inclinación hacia la cultura retro y vintage al hecho de ser hija de padres mayores y tener hermanos con quienes media mucha diferencia de edad, lo que la llevó desde pequeña a tener consumos culturales que estaban relacionados con épocas anteriores a la propia. "Con los años, se sumó la nostalgia por mi infancia y se abrieron posibilidades para recuperar esos recuerdos de forma más palpable a través del coleccionismo y de la digitalización de miles de contenidos", enunció.
Acerca de abrir con este evento la agenda 2024 de la cultura pop en Salta señaló que hablar de satisfacciones "a veces es complicado", sobre todo cuando las producciones están atravesadas por un proceso de estanflación y que ello supone para los gestores culturales "constantes pruebas de resistencia". "Muchas veces nos encontramos con el deseo de tirar la toalla y de dedicarnos a otra cosa. Pero llega el día del evento y ver al público disfrutar tan sinceramente de la actividad es muy reconfortante. En este evento en particular la nostalgia juega un papel fundamental en cada detalle, es algo que sin proponernos surge naturalmente: la emoción", expresó.
Añadió que justamente ese componente intergeneracional que se palpa cuando van las familias y se transmiten entre las generaciones los modos de vida que se desprenden de la ropa recuperada para el uso actual o en los objetos de colección lo vuelve tan grato.
"Vemos a madres y padres contarle a sus hijas/os sobre aquél juguete que amaban o el otro que nunca pudieron tener. Vemos a jóvenes atraídos por la vanguardia de la moda retro, vemos a familias enteras disfrutar de la belleza de épocas pasadas… épocas que los mayores recordamos con cariño, porque no teníamos las preocupaciones de la adultez y vivíamos la diversión de la forma más genuina. Y lo que sí podemos decir es que la frase que más escuchamos es: 'Uy, te acordás de...?'", comentó.
Unos treinta emprendedores se congregaron en la zona de estands. El también productor de eventos de cultura pop como la Dimensión Cómics, Marcos Jándula, desembarcaba por primera vez con su marca Frankenstein Geek Store.
"Siempre soñé con que el día que me retirara de producir eventos y exposiciones me pondría una comiquería más al estilo de las que están en Buenos Aires, tipo La Revistería o la mítica Camelot, en los 90, que una tienda de merchandising en sí", definió Marcos. En su mesa ofrecía una variedad de revistas de culto, que según refirió eran su material de información y consulta en la década del 90 y los 2000. Revistas de manga, animé e historietas como Otaku y Comiqueando, de cine y series como La Cosa, de música como Les InRockuptibles o Rolling Stone, que las compró de adolescente y que las conservé en muy buen estado como buen coleccionista.
"Más que la información, que ya prácticamente está todo en internet hoy en día, es una cuestión de nostalgia y también de tener una revista con cierta portada que te recuerde algo", señaló pensando en sus potenciales compradores.
También tenía cómics, books americanos de superhéroes de las compañías Marvel y DC. "Se ha editado mucho en los últimos tiempos de colecciones, pero hay algún fan al que le gustaba una edición, como de la mexicana Vid o de las españolas Cinco, que editaba DC, y Fórum, que editaba Marvel. O de repente cuando volvieron los superhéroes a principios del 2000 a la Argentina con Sticker Design, y Cómics Conosur, todas esas editoriales que ya desaparecieron", detalló.
Añadió que en su caso más que un emprendimiento es un "desprendimiento" de su fanatismo por la cultura pop, el cine, las series y el animé, que lo acompañó desde la infancia. "A principios de los 90 empecé a ver esos cartoons clásicos en la televisión como 'Halcones Galácticos', 'ThunderCats', 'Cazafantasmas', 'Tortugas Ninjas', 'Looney Tunes', 'Pantera Rosa' y otros de Hanna-Barbera. Y después con la llegada del boom del animé en los 90 con 'Dragon Ball', 'Caballeros del Zodiaco', 'Sailor Moon'. Un poquito antes me había encontrado con episodios sueltos de 'Robotech', 'CandyCandy' y 'Mazinger', que ya eran repeticiones porque esas son series que llegaron en los 70 y 80", desgranó.
En la sala de formación de la Usina Cultural hubo una muestra de cómo puede ser variado el espectro del coleccionismo en el Noroeste. El tucumano Martín López exponía una selección de ThunderCats, Mi Pequeño Pony, Jem and The Holograms y álbumes y naipes de Barbie.
¿Qué es lo que le provoca más satisfacción en el proceso de coleccionar? Le preguntamos. "Encontrar una figura, una pieza, e indagar su origen, descubrir de qué año es. A veces uno consigue una pieza y sabés de entrada quién es, pero otras tantas no. Ese proceso de buscar, de saber cuándo salió, de qué colección es y todo esto, o de qué línea dentro de una colección es, está muy bueno, es muy entretenido. Eso diría que es mi parte favorita. Esa y los amigos que hacés coleccionando", comentó.
Acerca de por qué dentro de una misma rama del coleccionismo, comienza una línea y otra no, comentó que no podría dar una respuesta, sino que muchas veces la decisión se ve condicionada por cuestiones de dinero y de espacio. "Personalmente, creo que tiene que ver con una sensación o con algo que te despierta esa colección o ese rubro en particular. Por ejemplo, yo no colecciono Rambo y no es que no haya jugado con ellos, o que no me gusten, sino que tiene que ver con que simplemente no me generan lo mismo que por ahí otras colecciones como He-Man, Barbie y Mi Pequeño Pony, que me generan algo que esta otra colección -que ha tenido la misma presencia en mi vida y todo- no me genera, es algo como un feeling", precisó.
Además de exponer cuando la ocasión lo amerita Martín comparte sus colecciones a través de redes sociales. Su Instagram tucutoys está creado para este fin. "Me gusta mucho hacerles fotos que estén buenas y subirlas ahí", concluyó.
Su colega de coleccionismo y amigo Pablo Chireno expuso el emblemático castillo de Grayskull con sus habitantes, todos de He-Man y los amos del universo. "El objeto favorito de mi colección es Mer-Man, un villano de esta serie que me fue regalado por un amigo. Y en mi caso prefiero coleccionar ítems que son de mi agrado, más que completar una línea. Por ejemplo, en He-Man hay muchísimos personajes y variantes, pero yo busco solo los que me gustan a mí", expuso Pablo.
Entre la fauna compulsiva del hobbie él dijo que se considera "bastante paciente". "Prefiero encontrarme con una pieza, o que ella me encuentre a mí, más que ir a buscarla cual santo grial", dijo. Acerca de su encuentro con el público destacó que ocurre "cuando se da la oportunidad".
Mientras que su placer por coleccionar pasa por "reecontrarme con el pasado, utilizar estos juguetes para recordar buenos momentos. Es una manera de mantener intactos los recuerdos de la infancia con algo tangible". Por último, sobre buscar grupos de pertenencia, señaló que en su caso es más un compartir con amigos. "Con ellos hay una camaradería cuando aparece algo. Si yo encuentro un ítem o figura que les puede interesar les aviso y eso pasa a la inversa. Hay un código y una transparencia. Pero entiendo que también hay personas que viven de esto, entonces a veces sucede que piden valores que no corresponden por algunas cosas y acaparan ítems, generan modas y por ende precios. Entonces se hace cuesta arriba conseguir algunas piezas", reflexionó.
Las coleccionistas del grupo El Aquelarre Rosa dijeron presente con una selección de Barbie de los años 60, 80 y 90. "Mi primera Barbie fue la Baywatch, de 1994, que me regalaron cuando tenía 8 años. Me gustó su ropita, accesorios, su hermosa cabellera, ¡era perfecta! Jugaba a que Barbie tenía su mansión y armaba todos los juegos de Gloria y nos pasábamos horas con mi prima Silvia armando historias", señaló Noelia Díaz, cuya línea principal está enfocada en las vintage, es decir, en las décadas de los 60 y 70 de la muñeca más famosa de todos los tiempos. Entre los que llevó se destacaba Allan, de 1964, el amigo de Ken nuevamente célebre por la interpretación que de él hizo Michael Cera en "Barbie, la película".