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Desde hace más de 20 años que gestionan controles y mantenimiento sobre un arroyo que cruza la ruta nacional 51 y que cuando llueve inunda todo el pueblo.
24 DE Enero 2024 - 09:23
La ruta nacional 51 se convierte en una enorme pileta de agua, piedras y todo tipo de escombros cuando llueve a la altura de la localidad de La Silleta. No sólo son las condiciones climáticas de esta temporada de lluvias, sino que es un problema histórico por la ausencia de controles
Estamos hablando de no menos de 4 km que recorre la ruta internacional. Unos 2 km al este más otros 2 km al oeste de la localidad vallista. Entre Salta y La Silleta la frase común de escuchar es: "llueven dos gotas y se inunda". En la zona donde se ubica la casa de una de las mejores empanaderas de Salta el paso de vehículos, de todos los tamaños, se hace imposible con solo un chaparrón. Ni los camiones mineros puede pasar a la Puna salteña.
Del otro lado de La Silleta, que da a Campo Quijano, a unos 50 metros de la casa de un reconocido modisto, pasa una arroyo que desde siempre arrastra con toda su furia agua con todo tipo de escombros, piedras, palos, animales muertos y todo lo que se cruza en su camino. Los vehículos allí, de todos los tamaños, son arrastrado si cruzas la corriente. Los vecinos de esa zona denunciaron que en el último temporal el agua les entró en las casas por encima de los 40 centímetros de altura. "La familia de Marcela Salva sufrió especialmente, ya que tuvo que derribar una pared de una habitación para permitir que el agua acumulada en el interior de su casa pudiera salir", informaron los vecinos.
Son al menos unas 15 familias silletanas las que vienen realizando las denuncias por falta de controles desde hace más de 20 años.
Las denuncias son por la falta de mantenimiento, control y cuidado del arroyo que cruza la ruta nacional 51 sin puente ni cuidado alguno. Su cauce descongestiona las aguas de las tierras de los productores y de las fincas tabacaleras de la zona. Es como un gran embudo cuyo cuello está ubicado en La Silleta. Consecuencia es que el agua se libera como un gran demonio que supera todo límite e ingresa al pueblo por su calle principal y deja a todos annegados. Cuando eso sucede no se puede entrar ni salir del pueblo y eso es un problema porque ni las ambulancias pueden circular en caso de alguna emergencia.
Carlos "Lupi" Cruz, reconocido político de Campo Quijano con residencia en La Silleta, culpó directamente a Recursos Hídricos de la Provincia, por la falta de obras y controles porque asegura que desde hace años los vecinos están gestionando las obras necesarias ante la Dirección de Recursos Hídricos de la Provincia. Aseguró que no sólo son las fincas productivas sino también los proyectos inmobiliarios que desarrollaron cuyas pendientes desembocan en el arroyo.
"Han estado saliendo algunas notas, pero no se hace nada. Concretamente hoy, en este momento, las banquinas tienen prácticamente un metro de profundidad; es decir que son un peligro total. Se puede llegar a decir que no hay ni dos centímetros de banquina, es decir, está el asfalto de la ruta y luego tiene una caída de casi un metro. Ya reclamamos y es una de pelotearse en Vialidad nacional con Vialidad provincial, con Recursos Hídricos y con la Municipalidad de Campo Quijano", dijo otro vecino.
Se debe decir que no sólo son los 15 vecinos de La Silleta sino que son todas las familias de la zona de Potrero de Linares y de Uriburu las que quedan aisladas. También hay un parque educativo y un hogar donde alojan a personas con problemas de adicciones las que se quedan aisladas por la falta de mantemiento en todos los arroyos de la zona.