El senador Juan Carlos Romero evaluó el paro realizado ayer por la CGT, el kirchnerismo y la izquierda, a la vez que analizó la marcha de las negociaciones en el Congreso respecto del proyecto de la ley ómnibus.

En ese sentido, Romero señaló que el paro "fue una movilización en la Capital Federal. Por suerte, no se sintió en el resto de Argentina, donde la gente trabajó". En esa línea, explicó el trasfondo del armado del paro nacional convocado apenas 45 días después de haber asumido el nuevo gobierno: "Todo esto es una expresión política del kirchnerismo, que no se resigna al fracaso que tuvieron hasta el 10 de diciembre pasado. Es increíble que a un gobierno (por el actual de Javier Milei) que hace lo que hay que hacer para salir del infierno del kirchnerismo, no le den un período mínimo de gracia para poder mostrar sus políticas".

En esa línea, el ex gobernador salteño amplió: "Tanto la burocracia sindical, como La Cámpora y la izquierda se movilizaron ayer. Sin dudas, están en todo su derecho; aún así, celebró que el país no se haya frenado porque indica que la gente quiere trabajar y que confían en su propia fuerza para salir adelante".

Las negociaciones en el Congreso por la ley ómnibus

Respecto al tratamiento del proyecto de ley ómnibus, Romero aseguró: "No está tan fácil el dictamen en Diputados, tiene muchas disidencias parciales. Hay cambios que hemos pedido que no se tomaron en cuenta. Esperamos que se incorporen; de lo contrario, en el Senado vamos a corregir el texto".

Sobre los cambios a introducir, especificó: "Insistiremos con las retenciones para las economías regionales, veremos cómo quedó el tema de hidrocarburos para que las provincias no sean menoscabadas en sus derechos a decidir las políticas petroleras locales; también insistiremos en el tema de las tabacaleras".

No obstante, Romero ponderó varios artículos de la iniciativa oficial, al afirmar: "En 100 años, los argentinos no hemos sabido administrar correctamente las empresas del Estado. No podemos generar tales pérdidas al país y a todos los argentinos que pagan el déficit de, por ejemplo, Aerolíneas Argentinas sin nunca haber volado en avión o los trenes de la ciudad de Buenos Aires cuando nunca los usamos. En Salta, por caso, prácticamente no tenemos trenes. Por eso, lo mejor que nos puede pasar es que la mayoría de las privatizaciones propuestas sigan en pie. Otras, como YPF y el Banco Nación, quedarán para el futuro".

En términos generales, Romero buscó tender puentes entre el oficialismo y el ala dialoguista en el Congreso: "La política es diálogo, acuerdo y concertación. El Gobierno nacional no ayuda mucho en el diálogo para acordar temas, ya que mantiene una línea muy dura. Por supuesto que es imposible dialogar con los extremistas kirchneristas -si fuera por ellos seguiríamos la fiesta de gasto, inflación y pobreza de Massa-; pero sí con quienes tenemos la buena voluntad de sacar el país adelante. Está faltando diálogo pese a que se han sentado a negociar y a que hubo avances".

En esa dirección, ejemplificó: "Hay muchos gobiernos -como el de Salta- que mostraron la voluntad de acompañar, pero esa voluntad está siendo desaprovechada. Claro que hay que adaptarse a la nueva circunstancia económica, que es que no habrá plata para muchas cosas. Sin embargo, es fundamental dialogar para que lo poco que haya sea productivo".

Por eso, reafirmó: "Este clima de tanta tensión no me gusta. Hay que bajar los decibeles para lograr los objetivos. Se trata de llegar a un acuerdo razonable y equilibrado que no implique aprobar todo ni tirar todo a la basura. Corrijamos, mejoremos y encaremos sin miedo el nuevo rumbo de la Argentina".

Sobre el DNU y su tratamiento por parte de la Comisión Bicameral

Asimismo, Romero se refirió a la integración de la comisión Bicameral para el tratamiento del DNU 70/2023 firmado por el presidente Javier Milei: "Si tuviéramos la comisión, ya estaríamos sesionando, pero se está trabando por chicanas del propio kirchnerismo". En ese sentido, recordó: "No nos olvidemos que el kirchnerismo dejó más de 120 decretos sin tratar, así que ahora tampoco se entiende de dónde surge esa desesperación de hacer lo que no hicieron en los últimos cuatro años".