La audiencia por la suba del gas comenzó ayer con la exposición del interventor del Enargas, Carlos Casares, quien alertó sobre la urgencia de dar definiciones sobre las obras del reversal del Gasoducto del Norte, debido a que a partir de julio de este año "el acuerdo de YPFB (de Bolivia) con Enarsa se convierte en provisión interrumpible, pudiendo llegar a ser cero".

Esa situación, indicó, "coloca en situación de alto riesgo de desabastecimiento de gas natural y energía eléctrica al noroeste y centro del país".

El Tribuno publicó el domingo el impacto que se sentirá en las provincias del NOA. En agosto de 2023 la gestión de Alberto Fernández lanzó el Plan de Reversión del Gasoducto del Norte, con tres licitaciones consideradas imprescindibles para poder abastecer con gas neuquino a siete provincias del norte y centro del país en el próximo invierno. Uno de los procesos acaba de ser declarado desierto por el gobierno de Javier Milei y los otros dos están en revisión por las desmedidas cotizaciones que presentaron las oferentes por las obras que debían finalizarse antes de julio de 2024, mes en el que Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia (YPFB) y la empresa nacional Energía Argentina (Enarsa) acordaron el cese de los despachos ininterrumpibles desde el vecino país hacia Campo Durán, ante el derrumbe de los bloques gasíferos de Tarija.