Las cenas leídas como halagos o reconocimientos es parte ya de la estrategia que está utilizando el presidente Javier Milei para resolver la extrema minoría legislativa de su partido La Libertad Avanza, y así sacar leyes o ratificar vetos en el Congreso. Primero lo hizo con los legisladores que apoyaron el veto a la ley que aumentaba las jubilaciones y anoche lo repitió con cuatro gobernadores "amigables" del Norte Grande que ayudaron a sostener el veto a la ley de financiamiento universitario, pero que llegaron a la Quinta de Olivos con una lista de reclamos y pedidos.

Acompañado por su hermana Karina, el jefe de gabinete Guillermo Francos y el asesor Santiago Caputo, Milei recibió anoche a los gobernadores Gustavo Sáenz (Salta), Raúl Jalil (Catamarca), Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Hugo Passalacqua (Misiones).

Poco antes de las 21, el catamarqueño Jalil remarcó al arribar a la residencia presidencial que llegó dispuesto a "escuchar y pasar un rato de camaradería".

El gobernador tucumano Jaldo aclaró que él fue a la cena "sin tarjeta y sin plata, pero con muchos pedidos".

Precisamente, los mandatarios provinciales dejaron sentadas anoche sus quejas por incumplimientos en los esquemas de transferencia de obra pública a sus distritos y del financiamiento de proyectos con recursos federales.

A su vez, le sirvió a Milei para consolidar una relación que necesitará de cara al debate parlamentario por el Presupuesto 2025, de la llamada "ley Hojarasca" que elimina 70 leyes obsoletas, y la ley que impulsa la oposición para regular los DNU.

Abiertos a cambiar el Presupuesto

Los cuatro gobernadores le presentaron anoche al presidente Javier Milei reclamos por fondos y obras. En la cena en Olivos uno de los presentes les recordó que están abiertos a cambios en el Presupuesto 2025, a excepción de los fondos para las jubilaciones. Así, los mandatarios provinciales podrán poner el foco en los anexos que contienen los proyectos de obras que el Gobierno nacional financiará el próximo año.