La Policía de Salta investiga a una mujer que, a través de un mensaje de audio difundido en un grupo de WhatsApp, instó a realizar un corte en la Ruta Nacional 51, utilizando a menores de edad como estrategia para evitar un desalojo policial.

En el audio, la mujer sugirió que los niños acompañaran la manifestación porque “si somos todos grandes, nos despejan en cualquier momento”, incluso animando a los manifestantes a quemar neumáticos para intensificar la protesta. Este tipo de incitación generó rechazos generalizados y abrió interrogantes sobre el verdadero trasfondo de estas acciones. Si el objetivo era llamar la atención desde un punto de vista veraz, porque no había respuestas a sus reclamos, o fue todo armado a propósito con el fin de generar discordia y caos.      

Cortes en la ruta 51 en La Silleta 

El corte de ruta, llevado a cabo por un reducido grupo de padres y vecinos la semana pasada, tenía como objetivo exigir la culminación de la obra de la Escuela Virrey Toledo de La Silleta. Sin embargo, esta demanda resultaba injustificada, ya que en junio se firmó un convenio entre Nación y Provincia que garantiza la reactivación de la construcción, la cual se encontraba con más del 90% de avance. Según el acuerdo, la Provincia se comprometió a completar el 3% restante, asegurando que las obras estarán listas antes del 1 de diciembre de este año, lo que permitirá que los estudiantes inicien el ciclo lectivo 2025 en un edificio renovado. 

El intendente de Campo Quijano, Lino Fernando Yonar, calificó la protesta como innecesaria y destacó los esfuerzos realizados para avanzar en paz y con hechos concretos: “Desde que asumimos, no hemos dejado de insistir en la culminación de esta obra tan importante. Hoy contamos con el compromiso del ministro de Infraestructura, Sergio Camacho, y la ministra de Educación, Cristina Fiore, para que los trabajos se retomen en los próximos días”. 

A pesar de estos avances, el audio provocó un clima de tensión que requirió la intervención de las fuerzas de infantería para evitar mayores incidentes. La participación de menores en el corte no solo violó disposiciones legales que prohíben estas acciones, sino que expuso a los niños a situaciones potencialmente traumáticas y peligrosas. Según testigos, algunos manifestantes intentaron provocar a la policía, aumentando la tensión en el lugar. 

En las redes sociales, la indignación fue evidente. Matías Mendoza opinó: “Con los niños no. Esa tal Carla Carabajal debería estar presa por lo que dice y pretende que los alumnos hagan. Que le caiga el peso de la justicia”. Por su parte, Adrii Prii señaló: “Usan a los niños y no contemplan que se asustan con ese tipo de quilombos. Los grandes que se encarguen de sus temas y cuiden la psiquis de los niños, que son sagrados”. 

Investigación en la Justicia 

Este caso expone una preocupante realidad: la manipulación de niños como herramienta de presión social. Más allá de los fines políticos o personales detrás de estas acciones, resulta inaceptable que se ponga en riesgo la integridad de los menores. La investigación continúa, y la justicia deberá determinar las responsabilidades correspondientes para evitar que este tipo de prácticas se repitan.