Acceso web El Tribuno:
www.eltribuno.com
Contacto:
Editor: Pablo Juarez
E-mail: pjuarez@eltribuno.com.ar
Teléfono: +54 387 4246200
Por cualquier consulta administrativa o referida al sitio, puede escribirnos a: contactoweb@eltribuno.com.ar
Director: Sergio Romero
Telefono: +54 0810 888 2582
Razón Social: Horizontes On Line SA.
Registro de propiedad intelectual: 69686832Domicilio: Av. Ex. Combatientes de Malvinas 3890 - CP (A4412BYA) Salta, Argentina.
Este año, parece que la llave para llevarse la Presidencia de los EEUU, estará en los votantes latinos o de origen latino.
2 DE Noviembre 2024 - 20:51
Las pequeñas empresarias de los suburbios de Filadelfia, los “trabajadores de cuello azul” de Milwaukee o las empleadas de la limpieza de cualquier casino de Las Vegas pueden tener este año las llaves de la Casa Blanca. Y es que, aunque unos 240 millones de estadounidenses están citados el 5 de noviembre para elegir entre Kamala Harris y Donald Trump para otorgarles la presidencia, el resultado de las elecciones dependerá de unos miles de votos en un puñado de estados clave.
Esto se debe al sistema de democracia indirecta que existe en EE.UU. Al final, es un organismo llamado Colegio Electoral el que determina quién gana la contienda.
Para esta cita en las urnas Harris tiene prácticamente asegurados 226 votos electorales de los 270 que se necesitan para proclamarse vencedor, y Trump, 219. Y es que hay estados que, elección tras elección, suelen mantenerse fieles a uno u otro partido.
La pelea es entonces por 93 votos repartidos en los siete estados que en esta ocasión se prevén indecisos -por factores como el cambio demográfico- y que se agrupan en dos zonas geográficas: el Cinturón de Óxido (Rust Belt), la región del Nordeste y Medio Oeste que solía ser el motor industrial del país y hoy en decadencia, y el Cinturón del Sol (Sun Belt), la franja que se extiende de costa a costa en la parte sur del país.
También llamados estados péndulo o bisagra (swing states), el que tiene más peso es Pensilvania (19 votos), y aunque no son mayoría como en estados del suroeste, allí juegan un rol crucial los votantes hispanos, la población que más rápidamente ha crecido en la última década. La mayoría tienen raíces en Puerto Rico (más de 472.000, según el último censo) y República Dominicana.
Los siguientes estados clave con más votos electorales son Georgia (16) y Carolina del Norte (16), seguidos de Míchigan (15), Arizona (11), Wisconsin (10) y Nevada (6).
En ellos han centrado sus esfuerzos las campañas. Saben que son estos siete estados los que decidirán si Harris hace historia como primera mujer en llegar a la Casa Blanca o si Trump recupera la presidencia tras haberla perdido en las elecciones de 2020.
El 60% se concentra en Maricopa, condado que abarca Phoenix, que en 2020 fue clave para la victoria del demócrata Joe Biden y sigue atrayendo hoy toda la atención. El perfil de la población de este condado ha cambiado drásticamente en la última década, y tiene que ver con la inversión de US$50.000 millones de la administración Biden para tratar de volverlo una potencia en el sector tecnológico. Ya están instaladas allí varias multinacionales de microchips, que han impulsado el crecimiento económico del condado y atraído a la zona trabajadores con un nivel educativo más alto, con salarios mayores, y que tienden a votar demócrata.
Otro de los temas que se prevé impulsará a los votantes de Arizona a las urnas son los derechos reproductivos, después de que un intento fallido de los republicanos locales de recuperar una ley de 1864 que prohibía el aborto en casi todos los casos generara polémica en abril.
Hoy por hoy el procedimiento es ilegal después de las 15 semanas de embarazo, y junto con la elección presidencial, en noviembre se llevará a cabo una consulta popular sobre la propuesta de blindar el derecho al aborto en la Constitución estatal.
En primer lugar, por su proporción de población afroestadounidense: el 21% de los ciudadanos en edad de votar en este estado son negros, frente a un 12% a nivel nacional. Este electorado tiende a favorecer a los demócratas, más aún en Carolina del Norte. Según las encuestas a boca de urna de 2020, mientras a nivel nacional Biden obtuvo el 87% del voto negro, en el estado logró acaparar el 92%. El otro factor demográfico que lo vuelve tan disputado de cara a las elecciones de noviembre es su amplia población rural.
Un tercio de los habitantes del estado, unos 3,4 millones de personas, residen en zonas rurales. Y estos ha evolucionado hacia un voto cada vez más republicano.
Los temas que preocupan a los votantes en Carolina del Norte son en general los mismos y en similar orden que los de otros estados clave: la economía con notable ventaja, la inmigración y el aborto.
Se cree que este electorado fue fundamental para que hace cuatro años Biden se impusiera en el estado. Ahora, las encuestas también le dan la ventaja a Harris entre los votantes afroestadounidenses del estado. Mientras, la población blanca de zonas rurales y los evangélicos son uno de los motores principales del Partido Republicano en Georgia.
Los temas prioritarios para los votantes de Georgia coinciden con los expresados por al ciudadanía a nivel nacional: el costo de la vida, la seguridad en la frontera con México y el acceso al aborto. Pero en este estado del llamado Cinturón del Sol también acaparan la conversación temas como la integridad del proceso electoral y la salud de las instituciones estatales. Y eso es el resultado directo de los comicios presidenciales de hace cuatro años.
Alberga a Dearborn, una ciudad industrial pegada a Detroit y apodada la capital árabe de EE.UU., donde más de la mitad de sus residentes (el 54,5%) tiene ese origen. En 2020 se inclinaron mayoritariamente por Biden, pero los analistas adelantan que el descontento por el apoyo militar de la Casa Blanca a Israel podría hacerle perder votos al presidente estadounidense, favoreciendo a Trump.
Puede que sea uno de los estados en el que la política exterior tiene más peso en la intención de voto; en concreto, la posición de EE.UU. ante la operación militar de Israel en Gaza. Ya durante las primarias demócratas en febrero, más de 100.000 votantes optaron por marcar con un “no comprometido” su boleta, como parte de una campaña que reivindicaba dejar de proveer de armas al gobierno israelí.
Hoy algo más del 28% de los residentes de Nevada son latinos o de origen hispano. De hecho, es el estado que le dio por primera vez un escaño en el Senado a una latina: Catherine Cortez Masto. Por ello, tanto la campaña de Harris como la de Trump se han centrado en apelar a ese voto en concreto, sobre todo con eventos en el área de Las Vegas, que concentra a tres cuartas partes de los 3,1 millones de habitantes del estado.
La región metropolitana de Reno es la otra concentración urbana del llamado “estado plateado”, mayormente desértico y rural. La economía es uno de los temas importantes para los votantes de este estado que cuenta con una de las tasas de desempleo más altas del país: 5,5% frente al 4,2% nacional en agosto. La región de Las Vegas es, además de la más poblada con diferencia, la más vulnerable a los ciclos económicos. Dependiente del turismo, el covid la golpeó duro y aún está recuperándose.
Alberga una población eminentemente conservadora, que enfrenta el declive económico postindustrial del Cinturón del Óxido. Y este convive con la realidad de urbes como Filadelfia y Pittsburgh, más progresistas y cuya economía tiene más en común con la de las grandes ciudades de la costa Este. Es otro de los estados que está siendo testigo de una transición poblacional. Aunque la población es mayoritariamente blanca (9,7 millones de los 13 que tiene el estado), la que está creciendo más desde 2010 es la latina. De ascendencia predominantemente dominicana y puertorriqueña, hoy por hoy los latinos ya suman más de un millón.
Además de en las grandes ciudades, se concentran encuatro condados al este de Filadelfia -Luzerne, Berks, Lehigh y Northampton, con municipios donde hasta el 60% de los habitantes tienen ese origen étnico-, en lo que algunos medios ya denominan el Cinturón Latino de Pensilvania.
La inflación se disparó en todo el país bajo la administración Biden antes de empezar a reducirse gradualmente. Así que los residentes de Pensilvania están lejos de ser los únicos entre los estadounidenses que sufren por el alto costo de vida como resultado de la inflación. Sin embargo, el precio de los alimentos ha aumentado en este estado más rápidamente que en cualquier otro, según el sitio de análisis de mercados Datasembly.
Sin embargo, así como en otros estados, los cambios demográficos han alterado los cálculos políticos para ganar Wisconsin. Aunque Milwaukee, tradicional bastión demócrata, sigue siendo con sus 550.000 habitantes la ciudad más grande, registra hoy su densidad poblacional más baja desde 1920, de acuerdo a datos de la Oficina del Censo. Mientras, más allá de esta concentración urbana y la de Madison, en las regiones menos pobladas, salpicadas de granjas lecheras, almacenes y pequeñas fábricas, Trump ha demostrado ser extremadamente popular, obteniendo para los republicanos en las urnas márgenes mucho más amplios que en elecciones anteriores.
Que los republicanos escogieran Milwaukee para su convención dice mucho sobre la importancia de Wisconsin para la cita de noviembre en las urnas, y también que Harris diera allí su primer mitin después de que Biden la respaldara como su sucesora en la carrera electoral.
En el Cinturón del Óxido al que pertenece Wisconsin, sumido en un proceso de decadencia industrial desde la década de 1970, se espera que el principal movilizador del voto vuelva a ser la economía. Así lo fue en 2016, cuando sus residentes, sobre todo los denominados trabajadores "de cuello azul" (blue-collar workers) o los blancos de clase trabajadora apoyaron mayoritariamente el mensaje proteccionista de Trump. Y también en 2020, cuando, desencantados, impulsaron a Biden.