Luego de ignorar durante días las luces de alarma en artículos clave, el oficialismo se vio obligado a enviar de nuevo a comisión la ley de Bases, que había logrado media sanción general en la Cámara de Diputados y ayer se estaba tratando en particular, mientras que desde el Gobierno nacional, con el presidente Javier Milei a la cabeza, acusaron a los gobernadores de "destruir" la iniciativa.

Según trascendió anoche, habría sido el presidente Milei quien dio la orden de frenar todo: "Retiremos el proyecto. Para sacar una mala ley, prefiero que no salga", habría dicho desde Jerusalén.

La Cámara baja levantó la sesión debido a que el oficialismo no tenía los votos para aprobar los artículos referidos a las privatizaciones de las empresas públicas, entre otros temas.

Con esta resolución, el proyecto de 646 artículos se deberá empezar a tratar de nuevo, ya que cayó la aprobación en general así como los artículos aprobados, de acuerdo con lo establecido en el artículo 155 de la Cámara baja.

Anoche no había certezas sobre cuándo volverían a debatirla. Algunos legisladores de La Libertad Avanza señalaron que el debate podría comenzar la semana próxima. Sin embargo, desde el mismo sector dijeron a El Tribuno que el proyecto estaba "congelado" e incluso hubo quienes dejaron abierta la posibilidad de que su tratamiento pase a marzo, en sesiones ordinarias.

Los principales ejes de discordia entre LLA y los bloques dialoguistas pasaron por los artículos vinculados a las delegaciones de facultades (artículo 4) y la reorganización administrativa (artículo 5).

En facultades, la votación del 4 salió 132 afirmativos contra 122 negativos. Sin embargo, le puso un freno al oficialismo en los incisos "h", "i" y "j". Estos tres ejes estaban vinculados al control de los fondos fiduciarios, seguridad y energía.

La votación empezó a teñirse de gris para LLA cuando llegaron al artículo 5, donde solo salió con vida el inciso "b", que otorga al Poder Ejecutivo facultades para reorganización, regulación o supresión de toda entidad pública.

Finalizada esa votación, LLA pidió un cuarto intermedio para alinear posiciones antes de la votación del artículo 7, que contemplaba las privatizaciones de 27 empresas públicas.

Este pedido fue respaldado por el presidente de Hacemos Coalición Federal, Miguel Ángel Pichetto, que minutos antes lanzó una chicana a la LLA: "Al oficialismo le pedimos que tenga alguna cuota de flexibilidad, les encanta seguir perdiendo".

De gran experiencia en el hemiciclo, como histórico jefe del PJ en el Senado, Pichetto olfateaba la dura derrota que venía cosechando LLA. Pasadas las 19, los rumores en los pasillos deslizaban la posibilidad de que la sesión se levantara.

La confirmación llegó por parte del presidente del bloque de LLA en Diputados, Oscar Zago.

Duras acusaciones

A los pocos minutos de esto, un tuit publicado en la cuenta oficial de LLA abrió la dura réplica del Gobierno: "La traición se paga cara y La Libertad Avanza no va a permitir que los gobernadores extorsionen al pueblo para mantener sus privilegios. La Ley Bases vuelve a comisión".

Lo siguió una fuerte declaración del ministro del Interior, Guillermo Francos: "Seguiremos gobernando con el apoyo popular que tenemos y sin el parlamento que no tenemos".

Pero la declaración que puso al borde del quiebre la relación de la Casa Rosada con los gobernadores fue la del presidente Milei desde Israel: "La casta se puso en contra del cambio que los argentinos votamos en las urnas. Sabemos que no va a ser fácil cambiar un sistema donde los políticos se hicieron ricos a costa de los argentinos que se levantan todos los días a trabajar", escribió en su cuenta de X.