Kate Middleton vuelve a estar rodeada por el escándalo. El organismo británico de control de datos ha abierto una investigación por el intento de hackeo por parte de personal de London Clinic, el centro sanitario en el que fue sometida a una operación abdominal el pasado 16 de enero, de sus informes médicos. La voz de alarma la dio la dirección del hospital después de que al menos uno de los trabajadores intentara acceder a su historia clínica. Esta noticia viene a echar más leña al fuego a toda las polémicas e incógnitas que envuelven la convalecencia de la princesa de Gales, mientras ya se barajan algunas fechas para su regreso a la vida pública y tras ser grabada junto a su marido, el príncipe Guillermo, en una tienda agrícola cerca a su casa de Windsor. 

Durante todo este tiempo, el Palacio de Kensington tan solo informó que la princesa fue operada sin dar más detalles. Después, dijo que su recuperación se estaba llevando a cabo en su casa (vive en Adelaide Cottage) y que evolucionaba bien. El secretismo y hermetismo en torno a la salud de la Princesa desencadenó todo tipo de teorías conspiranoicas y también una gran intranquilidad en la opinión pública británica que demanda más información sobre cómo se encuentra uno de de los miembros principales y más queridos de la Familia Real británica. 

Alerta al Palacio

Esta búsqueda de la verdad es lo que ha podido hacer que incluso trabajadores del hospital en el que fue tratada hayan intentado quebrantar la ley para encontrar respuestas. “Esta es una violación de seguridad importante e increíblemente perjudicial para el hospital, dada su reputación intachable de tratar a miembros de la Familia Real”, dijo una fuente del centro médico sobre la presunta infracción al Mirror. “Los altos directivos del hospital se pusieron en contacto con el Palacio de Kensington inmediatamente después de que se les informó del incidente y aseguraron que se llevaría a cabo una investigación completa. Todo el personal médico quedó completamente conmocionado y angustiado por las acusaciones y estaba muy afectado de que un colega pudiera haber sido supuestamente responsable de tal abuso de confianza y ética”. Hay que recordar que Carlos III también fue tratado de su agrandamiento de próstata en esta clínica y durante la intervención fue cuando se le diagnosticó un cáncer que no ha trascendido de qué tipo es. 

La apertura de esta investigación se produce después de que esta semana se publicaran las imágenes de Kate y Guillermo haciendo la compra en Windsor en medio de teorías descabelladas de todo tipo que surgieron a raíz del desconcierto causado por la foto del Día de la Madre en la que la Princesa aparecía junto a sus hijos y que ella mismo admitió haber editado por lo que pidió disculpas en una declaración sin precedentes. 

Penado por la ley

En Reino Unido, como en otros muchos países, está tipificado como un delito penal que cualquier empleado del NHS (Servicio Nacional de Salud) o de un centro privado acceda a los registros médicos de cualquier paciente sin el consentimiento del responsable del tratamiento de datos de la organización. Un portavoz de la Oficina del Comisario de Información, que se ocupa de que se haga cumplir la Ley de Protección de Datos, dijo que “podemos confirmar que hemos recibido un informe de infracción y estamos evaluando la información proporcionada”. 

Por su parte, la London Clinic dijo: “Creemos firmemente que todos nuestros pacientes, sin importar su estado, merecen total privacidad y confidencialidad con respecto a su información médica”. Este hospital tiene 56 habitaciones, abrió sus puertas en 1932 y además de a Carlos III y a la princesa de Gales, ha tratado a Isabel II, al príncipe Felipe, la princesa Margarita y al expresidente estadounidense, John F. Kennedy.  The Mirror da por hecho que Kate se ha enterado del presunto pirateo de sus datos de una clínica en la que estuvo 13 días ingresada tras la intervención y de la que fue dada de alta el pasado 29 de enero.