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Milei derrama confianza y no acepta críticas, pero la inflación es inexorable.Se hace cada vez más difícil el acuerdo imprescindible con los gobernadores.
14 DE Abril 2024 - 01:29
En 2023, la Argentina pegó un viraje brutal, aunque aún está por demostrarse si fue de 180° o de 360°. La aparición de Javier Milei en el centro de la escena ofrece, sin dudas, otra película; que recién empieza, pero que promete un camino de recuperación del país, aunque por ahora no asegura ninguno de los cambios rotundos que necesita la sociedad para lograr estabilidad y previsibilidad.
Ningún liderazgo se sostiene solo con histrionismo; se requiere buena percepción de la realidad social, coherencia ideológica y consistencia política. Todo esto está por verse, pero la fractura de la bancada de LLA en Diputados, las torpezas de Martín Menem y el desaguisado protagonizado por nuestro comprovinciano Alfredo Olmedo en el Parlasur deberían ser una señal de advertencia acerca de la diferencia que existe entre la fantasía libertaria y la realidad política.
Javier Milei mantiene en firme sus convicciones y eso lo impulsa a llevar adelante un recorte de gastos, de subsidios y de giros que corresponden a las provincias que, por momento parece, destinarlo a estrellarse contra una pared. El sostiene, con razón, que es lo que prometió en la campaña, aunque ese argumento ofrece matices: él no prometió que ese ajuste iba a incluir la licuación de las jubilaciones a manos de la inflación, ni que iba a paralizar la obra pública que es, en esencia, un motor de la economía y un generador de infraestructura.
Esa voluntad de llegar hasta el final, destruyendo toda la mitología kirchnerista paso a paso, parece simbolizada en su periplo por el hemisferio norte. En Miami, el presidente, acompañado por su hermana Karina, fue condecorado como "embajador internacional de la luz" en la sinagoga The Shul de Miami. Un reconocimiento a su respaldo a Israel, un país envuelto en uno de los conflictos bélicos más graves de las últimas décadas.
En Texas fue recibido por el multimillonario Elon Musk y se fotografió a bordo de un Cybertruck, un auto de vanguardia con un potencial de 800 hp, de la automotriz Tesla, propiedad de su anfitrión.
Prometió ser un león y sigue construyendo esa imagen.
En un país que necesita estabilidad y previsibilidad, un presidente que aspire a sacarlo adelante, cualquiera sea el sendero que elija, necesita sostener en el tiempo el apoyo de sus votantes. Por ahora, Milei lo va logrando. A pesar de la crisis económica y favorecido por una oposición desperdigada, sin proyecto, y cuyas críticas suenan a voces de ultratumba.
No hay nada para festejar con el dato de la inflación de marzo, que fue del 11% y acumuló el 51,6% en el primer trimestre y 287,9% en los últimos 12 meses. Es cierto que se nota una desaceleración, pero la caída de la actividad, de la demanda y de los ingresos muestran que el dato nada tiene de alentador.
El bolsillo de los ciudadanos no se conforma con ilusiones. El ajuste de estos meses se estima en un 7,3 % del gasto público, pero no se logró reduciendo el despilfarro político, sino que el 2% corresponde a jubilaciones y el 1,2% son subsidios al transporte y a la energía. Según la economista Marina Dal Poggetto, desde 2018, los salarios privados subieron 1500%, el dólar oficial creció 2145% y la inflación acumulada fue de 2500%,
En este contexto, llama la atención la regresión de algunos argumentos utilizados por el ministro de Economía Luis Caputo quien se despachó contra las empresas de la medicina prepaga, que aprovecharon la liberalización total de precios dispuesta por el ministro, para actualizar los suyos. Todo evoca a la muletilla kirchnerista de los "formadores de precios". Los aumentos de las prepagas, unos 3.500% acumulados en casi seis años, ponen la soga al cuello de los afiliados, pero esta realidad es el emergente de una crisis mayor: la salud pública, sea de gestión estatal como privada, atraviesa desde hace tiempo una crisis que es consecuencia del deterioro de la economía argentina. Esta catástrofe afecta a los hospitales del Estado, a los médicos del sector privado y a todos los profesionales de la salud cuyos ingresos, como los de los docentes, están muy por debajo del nivel que correspondería a servicios esenciales. Una parte de la pesada herencia, pero que no se resuelve con voluntarismo ni con motosierra.
Gestionar no es dejar todo librado a la "mano invisible del mercado".
La salud y la educación son problemas que se plantean también a los gobernadores. La eliminación de los aportes del Tesoro lo mismo que el Incentivo Docente y la paralización de la obra pública pueden socavar la gobernabilidad de las provincias y del país. Es cierto que el desmanejo del Estado y de los recursos fiscales, además del financiamiento de la política y del sistema prebendario de las obras sociales colocaron al país en un brasero, pero el desafío es para todos. Milei no debería esperar apoyo unánime a todas sus medidas, porque eso es una utopía. Para eso están los consensos. Tampoco puede imaginar un Pacto de Mayo que se convierta en una refundación libertaria de la Nación. Los traspiés con los sindicalistas y las dificultades con los gobernadores indican el obstáculo insalvable que, para cualquier acuerdo, representan las ideas fijas y la incapacidad de diálogo.
Así y todo, hay señales de que el mega DNU 70/2023 no sería rechazado en la Cámara de Diputados, por lo que seguiría vigente, y que la reducida Ley de Bases podría ser sancionada por el Congreso. Pero ni el país puede gobernarse piloteando un Cybertruck, ni con una motosierra que funcione a ciegas.
El ataque iraní sobre Israel puede ser detonante de una conflagración cuyos límites desconocemos. Porque se trata de dos países con importante poder militar en la región y porque Estados Unidos ya se movilizó en defensa de su gran aliado. Para la Argentina, ahora alineada con estos dos países, como antes lo estuvo con China, Rusia y, más encubiertamente, con Irán, la estrategia diplomática y la evaluación militar del escenario global son imprescindibles para asegurar la seguridad exterior y defender los intereses nacionales.