En los últimos meses, la provincia de Salta experimentó un aumento sustancial de casos de violencia extrema y sobre todo ligada a cuestiones de droga o dinero ilícito.

Los casos de violencia criminal podrían ser abordados desde dos puntos de vistas distintos: los que tienen como móvil cuestiones de momento, rivalidades barriales, o en ocasión de robo y aquéllos cuyo móvil no se ajusta a los cánones o costumbre de nuestra sociedad, sino que tienen el sesgo de ajuste de cuentas, sicariato, vendetta o también otros con fines inconfesables.

Apenas unas horas antes del violento hecho en una plaza pública de Santa Ana II; en el barrio Ramón Abdala de Rosario de la Frontera fue hallado un cadáver cerca del río. El fiscal Nicolás Rodríguez López, quien encabeza la investigación de este caso de muerte violenta, solo informó que habría una persona detenida por el hecho, sin especificar cómo cuándo y menos por qué. Dos crímenes en menos de 48 horas es un alerta todavía temprana. Sin embargo, el pasado 10 de mayo fueron encontrados los cuerpos de dos hombres de nacionalidad boliviana ejecutados y descartados al costado de la ruta 34, entre Colonia Santa Rosa y Urundel.

Testigos dijeron que los cuerpos "estaban boca abajo", tenían "olor nauseabundo y heridas de bala en la cabeza". Las víctimas tenían 40 años.

El hecho, que no tiene detenidos aún, se suma a otros ajustes brutales en la zona como una decapitación de un puestero supuestamente ligado al narcotráfico y por cuya muerte están acusados varios vecinos de Pichanal, cuya entidad criminal no se condice con la atrocidad del supuesto ajuste.