Las obras se iniciaron el pasado 18 de abril, con un plazo de finalización previsto en ocho meses, y la ejecución programada en tramos de entre 1.000 y 1.200 metros para reducir inconvenientes y riesgos en los desvíos obligados.

Los trabajos del tramo inicial arrancaron a desde el puente sobre el río San Lorenzo hacia la rotonda de acceso a la urbanización de El Tipal, sobre la mano que corre desde la localidad homónima hacia la ciudad de Salta en sentido Oeste-Este. En ese momento, con las maquinarias y equipos viales de las contratistas Ingeniero Medina y Moncho Construcciones desplegados en el sector conocido como "El Tobogán de San Lorenzo", el director de Vialidad, Gonzalo Macedo, instó a los conductores a extremar recaudos en la zona de trabajos y respetar las indicaciones de los banderilleros, ya que la vía de doble carril que corre de Este a Oeste, con un ancho de solo 7,30 metros, canalizaría por aproximadamente tres semanas los flujos vehiculares que discurren en ambos sentidos por algunas semanas.

El funcionario estimó que los trabajos de repavimentación posibilitados por ese desvío inicial, de poco más 1.100 metros, se completarían en alrededor de "veinte días" y que, con un ritmo similiar, los sucesivos "desvíos transitorios" se extenderían hacía la zona del templete de San Cayetano hasta tener los 6 kilómetros de la ruta provincial 28 completados "a fin de año".

Más de dos meses después, automovilistas y transportistas que utilizan a diario esa ruta siguen transitando por aquel desvío inicial y viendo casi toda su extensión en las deplorables condiciones que ya mostraba en enero de 2017, cuando la administración de Juan Manuel Urtubey anunció una licitación para la repavimentación integral de su calzada que, como tantos otros procesos presupuestados, anunciados y lanzados, nunca se concretó.

Hace dos meses, luego de más de diez años de postergaciones que todavía la encuentran en deplorable estado, la ruta 28 empezó a ver trabajos, con financiamiento provincial, como parte integral de la iniciativa privada que las empresas Ingeniero Medina y Moncho Construcciones presentaron en 2021, con una cotización que en ese momento ascendía a cerca de $4.070 millones. En esa contratación también fueron incluidas la rotonda que terminó de construirse en agosto de 2023 en la zona del colegio San Pablo, con un paso bajo nivel y dos puentes, y la Circunvalación Noroeste, autopista de 5 kilómetros que se habilitó en febrero último, como cierre del anillado vial de la capital salteña.

Por las redeterminaciones de precios y el contexto inflacionario del país, el costo final del conjunto de obras, que hoy también incluye los nexos viales que se ejecutan para enlazar a la circunvalación capitalina con las urbanizaciones del Grand Bourg y El Huaico, se calcula actualmente en algo más de US$26 millones, un valor en dólares similar al que presupuestó la anterior gestión de gobierno en una licitación suspendida en junio de 2019.

Obreros, máquinas y herramientas paradas

La finalización del conjunto completo de obras se sigue estimando oficialmente por estos días para diciembre, objetivo que difícilmente se alcanzará con ritmo que muestra la repavimentación de la ruta 28.

En la zona de "El Tobogán de San Lorenzo", la repavimentación del primer kilómetro iniciada el 18 de abril, sigue con parte de la nueva calzada inconclusa. Ayer, las maquinas viales estaban paradas prácticamente en los mismos sectores donde se las veía un mes atrás. La actividad allí se reducía a algunos trabajos ejecutados para acordonar cunetas. Aquel primer desvío sigue siendo el único en dos meses y aún no traspasó la subida del Tobogán. Ese kilómetro inicial todavía no vio trabajo alguno en la vía que baja desde las inmediaciones de El Tipal hacia el acceso a San Lorenzo. Desde la rotonda de la citada urbanización privada hacia la capital salteña aún esperan cinco kilómetros de camino deplorable. Además, la contratación no solo tiene incluida la repavimentación completa de la calzada de la ruta provincial 28, sino también las correspondientes adecuaciones de banquinas y la platabanda central a la nueva rasante, además de mejoras en la iluminación y las correspondiente señalización tanto horizontal como vertical.

Otro dato que llama la atención es que las tareas no adoptan el ritmo que deberían en virtud de los problemas que provocan a diario para al enorme tránsito vehicular entre San Lorenzo y la capital salteña. Maquinarias, herramientas y obreros aparecen bajo la misma postal cotidiana con interminables caravanas de automóviles en los horarios pico y un "escaso movimiento de obra" en la zona.

"A este ritmo, y teniendo en cuenta las dos manos de la ruta, los pocos kilómetros se van a terminar de repavimentar en dos años y medio" se animó a calcular un especialista en construcciones viales. Ese es casi el mismo tiempo que demoró la construcción de la Circunvalación noroeste que tiene cinco kilómetros de longitud; dos calzadas de 7,40 metros cada una, banquinas; cantero central con talud, desagües, iluminación LED, ciclovía y señalización horizontal y vertical.