Con tres intimaciones a cuestas y advertidas por Vialidad de la Provincia de que afrontarán las sanciones económicas previstas en el contrato si no finalizan la repavimentación integral de la ruta 28 en noviembre, las empresas Ingeniero Medina y Moncho Construcciones pusieron máquinas, camiones y cuadrillas a trabajar como no se los vio, en más de dos meses, desde el inicio de las obras a mediados de abril.

Con dos frentes de obras simultáneos y turnos de trabajo redoblados, en los últimos 20 días la demorada restauración de las bases y capas asfálticas de las vías que conectan a la capital salteña con San Lorenzo mostró en las últimas tres semanas muchos más avances que los que tenía certificados en la ejecución hasta el pasado 28 de junio. Ese día, con apenas 700 metros repavimentados a medias en las zona del "Tobogán de San Lorenzo y máquinas que llevaban semanas sin moverse en la mano que sube desde el puente del río San Lorenzo hasta El Tipal, el titular de Vialidad, Gonzalo Macedo, precisó a El Tribuno que desde el 24 de abril las empresas habían recibido tres intimaciones del organismo y aseguró que, en caso de no tener los 6 kilómetros terminados en noviembre, serían penalizadas. El ultimátum, que poco antes había comunicado a los responsables de la UTE, surtió efecto inmediato. En días, las constructoras completaron la repavimentación de la calzada sur del "Tobogán" y canalizaron sobre esa mano los flujos vehiculares en ambos sentidos. La mano que baja hacia San Lorenzo quedó cerrada y muestra desde inicios de este mes algunos trabajos. Casi a la par, máquinas, camiones y cuadrillas empezaron a trabajar en un segundo frente de obras, entre el distribuidor de la ruta 28 y la rotonda del colegio San Pablo. Así el ritmo de obras se intensificó, como también los desvíos en uno y otro sentido, que en las últimas semanas generaron un verdadero caos vehicular, con embotellamientos, bocinazos, discusiones y dudas sobre si el apuro de las empresas no se traducirá en malas terminaciones e imperfecciones que obliguen a reparar paquetes estructurales y cintas asfálticas como ocurrió con la rotonda del colegio San Pablo y la Circunvalación Noroeste apenas después de ser inauguradas e incluso antes de ser habilitadas al tránsito.

Ayer, ante cuestionamientos que llegaron a esta redacción, un equipo periodístico volvió a recorrer la zona de trabajos. En el sector de la subida del Tobogán, donde la repavimentación de esa mano que ahora se utiliza como nuevo desvío y se supone lista para su señalización horizontal, las terminaciones de la calzada, banquina externa y platabanda central despertaron algunas dudas que esperan ser evacuadas por la inspección de la obra.

  El nuevo desvío sobre la subida del "Tobogán".  

Fuentes con conocimiento técnico en trabajos en carreteras también hicieron algunas observaciones críticas sobre los desvíos que las constructoras dispusieron para recuperar el tiempo perdido, según sus descargos, por inconvenientes en la provisión de materiales asfálticos, desperfectos en maquinaria importada y dificultades de acceso a repuestos.

Ayer, a las 16,11, en medio del caos vehicular que había en el desvío localizado en las cercanías del obrador de las constructoras, se rozaron dos camionetas y la conductora de uno de los vehículos terminó con sus nervios alterados. "Esto es infernal, y eso que estamos sin clases en las escuelas", remarcó otro conductor, detenido al costado, con una interminable fila de coches detrás.

Ronda de prensa

Para hoy, a las 9, fue convocada una ronda de prensa en la rotonda que se construyó en las inmediaciones del Colegio San Pablo, como parte del proyecto que también incluyó a la Circunvalación Noroeste y a la repavimentación de la ruta 28. Allí el director de Vialidad, Gonzalo Macedo, y el secretario municipal de Tránsito y Seguridad Vial, Matías Assennato, informarán sobre los trabajos que se ejecutan en las vías que conectan a la capital salteña con San Lorenzo y reiterarán recomendaciones para la circulación vehicular en la zona.

Resistencia y durabilidad

Fuentes entendidas remarcan que en obras viales "la calidad del asfalto es esencial para garantizar que una carretera resista el paso del tiempo y las condiciones meteorológicas. Un asfalto de calidad implica una mayor resistencia, lo que reduce la necesidad de costosas reparaciones y repavimentaciones", puntualizan.

El asfalto de la ruta 23 luce más confiable

Por estos días, más de un conductor compara las cintas asfálticas de dos importantes obras viales que contrató la Dirección de Vialidad de Salta en rutas del área metropolitana. Una de ellas es la repavimentación que ejecutó la constructora Vialmani en los 11,5 kilómetros de la ruta 23 que vinculan a Cerrillos y Rosarios de Lerma y que se habilitaron en abril de 2023.

La otra es la repavimentación que actualmente ejecutan las constructoras Ingeniero Medina y Moncho Construcciones en los 6 kilómetros de la ruta 28 que conectan a la ciudad de Salta con San Lorenzo. Como parte del mismo proyecto, la citada UTE construyó la nueva rotonda localizada en las cercanías del Colegio San Pablo y la Circunvalación Noroeste, tramo de autopista de 5 kilómetros que cerró el anillado vial de la capital y se habilitó el pasado 15 de febrero con una serie de desperfectos que Vialidad ordenó reparar.

Ingenieros especializados recalcan que las superficies de las carreteras deben proporcionar una tracción adecuada para evitar accidentes. "Un asfalto de calidad proporciona una superficie nivelada y antideslizante, lo que contribuye a una mayor seguridad, especialmente en condiciones climatológicas adversas", subrayan.

Con este antecedente, usuarios comparan la calzada de la ruta 28 recientemente repavimentada en la subida del "Tobogán" con la carpeta de la ruta 23, que lleva más de un año de uso y parece tener una cinta de rodamiento asfáltico más confiable y mejores terminaciones, a la vista de quienes las transitan.