Desesperados por la simple y compleja razón de no saber nada de un ser querido hace más de cuatro meses, los padres y la mujer de Maximiliano Pastrana, el joven desaparecido desde el sábado 23 de marzo en Bolivia, empezaron a exigir que la justicia del vecino país dé algún tipo de respuestas. En sus últimas declaraciones, a las que El Tribuno pudo acceder, consultaron y pidieron que el caso pase de "trata de personas" a un "secuestro".

Aunque al fiscal penal de Salvador Mazza, Armando Cazón, el caso no le pertenece por no tratarse de su jurisdicción, el investigador norteño accedió al pedido de Jesús Pastrana, padre de la víctima, y colabora con la investigación. Desde la intervención del fiscal de frontera la causa que, según fuentes investigativas de Bolivia "estaba parada", tuvo avances significativos.

El viernes último, el fiscal Cazón tomó declaración testimonial a los familiares de Pastrana en la fiscalía penal de Tartagal. Entre los dichos de las personas, El Tribuno pudo saber que de ninguna manera quieren regresar a Bolivia dado el peligro que significa.

Gracias al contacto de un familiar, en febrero de este año Pastrana viajó desde Tartagal a la ciudad boliviana de Yacuiba junto a su esposa, Brenda, y su hijo de tres años. Se instalaron en la finca Los Zotos, de Roxana Castedo, hermana de los narcotraficantes condenados Delfín y Raul Castedo, para trabajar. Estuvo hasta el sábado 23 de marzo.

Último almuerzo

La última vez que lo vieron a Pastrana fue el 23 de marzo, ese día en la finca de los Castedo hubo un almuerzo donde los presentes degustaron chancho asado y tomaron bebidas alcohólicas. En medio de la reunión, algo sucedió entre Pastrana y su mujer, quienes discutieron en un dormitorio, al parecer los reproches eran por celos.

De golpe, en esa habitación irrumpió un grupo de personas, según declaraciones de una de las testigos, ingresaron: Federico Castedo, hijo de Roxana; una mujer a quien apodan La Pollo, encargada de la finca y unos hombres de nacionalidad peruana.

"Se lo llevaron a Maximiliano, desde ese momento no supimos más nada", contó la mujer del hombre de 31 años desaparecido. ¿Por qué se lo llevaron? ¿Dónde lo llevaron? Preguntas que hace más de cuatro meses no encuentran respuestas.

Sospechas

Llama la atención la inacción por parte del fiscal de Yacuiba a cargo de la causa, Samuel Mamaní Romero, a pesar de diferentes pruebas que lo habilitan a avanzar en la investigación.

En declaraciones realizadas por personas que según testigos estuvieron en ese almuerzo y hasta incluso ingresaron y se llevaron a Pastrana, por ejemplo está la de La Pollo, quien manifestó ante la justicia de Bolivia que ese día no había diez personas en la finca, sin embargo imágenes captadas por teléfonos celulares de quienes estuvieron en el lugar refutarían los dichos de la mujer.

Por otra parte, Federico Castedo negó haber estado ese día en la finca de su madre, Roxama Castedo, a pesar de que hay varios testigos que ratifican su presencia no solo en la finca, sino también como uno de los que ingresa al dormitorio y se lleva a Maximiliano Pastrana.

Una prueba clave que se "rompió"

Dos días antes de tener que declarar, Federico Castedo señaló que se le rompió el celular, según fuentes en el aparato telefónico tenía filmaciones de las personas que estuvieron el sábado 23 de marzo en el almuerzo. Se trata de una prueba importante en la causa, al mismo tiempo una acción que claramente pone en situación de al menos sospechoso al hijo de Roxana Castedo, sobrino de los capo narcos Delfín y Raul Castedo, condenados por transporte de estupefaciente entre otros delitos.

El caso podría pasar a la Fiscalía de Tarija

El nuevo viraje que podría tener la causa tras la intervención del fiscal de Salvador Mazza, quien colabora con su par de Yacuiba, conduce a poner el foco de la investigación en un presunto secuestro, en tal sentido quienes estuvieron ese día en la finca y se llevaron a Maximiliano Pastrana deberán dar explicaciones al respecto.

En caso de confirmarse en las próximas horas el cambio de carátula el fiscal Mamaní podría solicitar la detención de al menos dos o tres personas, al mismo tiempo la causa podría pasar a la Fiscalía de Tarija, que para la justicia argentina sería pasar al fuero federal.

  El caso está en manos del fiscal de Yacuiba.

Como la familia de Maximiliano descartó volver a Bolivia, por el temor que sienten de algún tipo de represalia en su contra, existe la posibilidad que el o los fiscales de Bolivia les tomen declaraciones testimoniales a través de videollamadas, desde la fiscalía de Tartagal.

Jesús Pastrana, aportó a la justicia de Salta como a la del vecino país, que el mismo sábado que su hijo desapareció, se había comunicado con él a través de una video llamada. En esa oportunidad Maximiliano le mostró con quienes estaba compartiendo el almuerzo, en la finca de los Castedo.

El viernes por la noche a la finca de la hermana de uno de los capo narcos más importantes de la región, llegaron varias personas a bordo de una camioneta 4x4. Desde un taxi descendieron unos siete ciudadanos peruanos, incluso fuentes investigativas consultadas por El Tribuno, señalaron que al día siguiente estuvo presente una policía de Bolivia. Todos habrían formado parte del almuerzo del sábado 23.