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Un comisario que investigó el asesinato afirmó que las pruebas no dejan dudas. El oficial ampliará su testimonio en el juicio federal el próximo jueves.
2 DE Agosto 2024 - 01:43
En la audiencia de ayer, en el juicio que se le sigue a Roberto Catalino Bejarano y sus hijos, Santiago y David, por el asesinato de Darío Esteban Monges, el comisario Rodrigo Bautista, quien fue jefe del área investigativa de la Unidad de Grave Atentados contra las Personas y estuvo al frente de la investigación del crimen, afirmó que las pruebas reunidas condujeron, sin dudas, a los encausados que hoy están en el banquillo.
Ante el Tribunal Oral Federal que integran Marta Liliana Snopek (presidenta), Federico Santiago Díaz y Mario Marcelo Juárez Almaraz, el oficial que declaró como testigo dio detalles de las pesquisas que se iniciaron el 3 de septiembre de 2022 cuando el cuerpo de Monges fue hallado en el asiento del conductor de su camioneta Ford Ecosport con cinco tiros en la cabeza, en el barrio El Círculo. En su relato, el comisario detalló las diferentes medidas que se llevaron adelante, sin mostrar grietas y con absoluta seguridad de las pruebas reunidas.
Inicialmente el caso fue investigado por la Unidad Fiscal de Graves Atentados contra las Personas del Ministerio Público de la Provincia, con intervención de la jueza de Garantías 6, Sandra Espeche. Las medidas de prueba llevaron a la detención de los tres acusados el 6 de octubre, tras un allanamiento en el que se secuestraron cinco envoltorios y un frasco con un total de 174,49 gramos de marihuana en la vivienda familiar de calle Pedro Arias Velásquez al 200.
El 7 de octubre de 2022 la Justicia ordinaria declaró su incompetencia y giró las actuaciones al fuero federal. Al día siguiente, en una audiencia ante la jueza federal de Garantías 2, Mariela Giménez, el fiscal general Eduardo José Villalba ratificó la postura de la magistrada Espeche y remarcó que era "imposible investigar este caso sin tener presente el accionar de determinadas organizaciones narcocriminales".
Al cabo de la investigación federal que encabezó Villalba, y que contó con la colaboración de especialistas del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), la Fiscalía ratificó la acusación contra los Bejarano el pasado 12 de julio ante el juez de Revisión, Luis Renato Rabbi Baldi Cabanillas.
Villalba, acompañado por los auxiliares fiscales Mariana Gamba Cremaschi y Jorge Viltes Monier en esa audiencia, sostuvo que el crimen de Monges aconteció en el marco de una red de tráfico de estupefacientes en la que se encontraba involucrada la víctima con los imputados.
La reconstrucción de las últimas horas con vida de la víctima -de acuerdo con la acusación y el testimonio que el comisario Bautista ampliará ante el Tribunal el próximo jueves- permitió individualizar a los Bejarano como los autores del asesinato. Concretamente, se determinó que en un lapso previo al crimen los acusados, la víctima y otra persona implicada, aún no identificada, se trasladaron en la camioneta Ford en un periplo que terminó en el lugar donde Monges fue hallado muerto.
También se estableció que los autores del crimen utilizaron dos armas de fuego que no pudieron ser secuestradas. Sobre la mecánica del asesinato, Villalba señaló que a Monges primero lo redujeron y luego le dispararon en la cara y el cráneo.
Con respecto al móvil del crimen, se estableció que el asesinato se debió a inconvenientes entre Monges y los Bejarano relacionados con la droga. Entre las numerosas pericias resaltaron los análisis de cámaras públicas y privadas, del perfil geográfico obtenido de la cuenta Google de Monges, peritajes científicos y el informe final sobre la reconstrucción del hecho realizado por criminalistas del CIF.
Villalba precisó que en el allanamiento del 6 de octubre de 2022, cuando los acusados fueron detenidos, se secuestró en la vivienda familiar de calle Pedro Arias Velásquez al 200 una cantidad de marihuana con la que podían obtenerse 971 dosis y 346 cigarrillos. Por ello, Santiago Ismael y Roberto Catalino Bejarano serán juzgados también por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.
Ratificada la acusación penal, la defensa de los acusados solo discutió la calificación referida a la tenencia de drogas con fines de comercialización, la que intentó reducir a tenencia simple por la cantidad de droga incautada y el carácter de consumidor invocado por uno de los imputados.
Ese argumento fue rebatido por la Fiscalía, que además mencionó otras pruebas reunidas, como conversaciones de los imputados, testimoniales, una denuncia al 911 y rastros de estupefacientes detectados en un allanamiento a la finca "Los Yacones", propiedad de un familiar de los enjuiciados. Frente a los fundamentos de la acusación, el juez de Revisión Federal rechazó esa y otras objeciones de la defensa, tras lo cual se dictó el auto que elevó la causa a juicio.
En la audiencia de ayer el comisario Rodrigo Bautista, quien fue jefe del área investigativa de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas y estuvo al frente de la investigación del caso Monges, recordó que inicialmente una de las pistas se enfocó en la visita que la víctima había realizado el 1 de junio de 2022 a la cárcel de Orán, donde se entrevistó con Oscar Díaz, un recluso sindicado como sicario.
El testigo manifestó que Darío Monges se presentó en el penal norteño como supuesto abogado de la cartera de Seguridad y señaló que en esa visita hubo una cuestionada intervención del entonces secretario de Seguridad, Benjamín Cruz. El exfuncionario deslindó responsabilidades por ese hecho, que en su momento motivó un sumario interno y por el cual el entonces ministro de Seguridad y Justicia, Abel Cornejo, remitió información al Ministerio Público Fiscal de Salta para que investigue por la posible comisión de un delito.
El comisario Bautista declaró en el juicio federal que después del asesinato de Monges, en septiembre de 2022, se entrevistó con Díaz en la cárcel de Villa Las Rosas, quien le manifestó que se sorprendió cuando las autoridades del penal de Orán le dijeron que tenía una visita. Bautista agregó que Díaz le reveló que Monges le ofreció la posibilidad de "obtener ciertos beneficios" a cambio del pago de 100.000 dólares. De acuerdo con el testimonio, el recluso le preguntó a Monges "de dónde iba a sacar esa suma", a lo que el falso abogado hizo alusión a los 80 mil dólares que, según los medios, él cobrara como sicario por cada muerte que le encargaban.
Bautista mencionó que Monges también visitó a la madre de Díaz y que mediante averiguaciones se pudo establecer que le hizo la misma oferta, pero por $500 mil. El oficial de Policía declaró que la mujer "solo tenía $15.000 y se los dio". El comisario refirió que por la entrevista con Díaz, que terminó mal, y por el dinero que le sacó a su madre "Monges estaba preocupado". Fuentes cercanas al fiscal federal Eduardo Villalba adelantaron que, en vista de la causa trámitada en el fuero ordinario se remitirán copias de la testimonial al Ministerio Público Fiscal de la Provincia, aunque aclararon que de la declaración de Bautista "no surgieron pistas ni evidencias que conecten a esas personas con el crimen de Monges".